A la luz de las velas: aprendé a generar atmósferas intimistas

Desde antaño la luz de las velas nos ha acompañado. Su fulgor intimista fue fuente de atmósferas que inspiraron grandes obras de la literatura, y también acompañaron el nacimiento de romances apasionados. Hoy todavía nos sigue atrapando, pues su tenue brillo es propiciador para muchas actividades. ¿Cuáles? Veamos…

Cena romántica

Nada como sorprender al amado o amada con una comida a la luz de las velas. Este encuentro puede ser en un ambiente interior y también en el jardín durante los meses de calor. Si elegimos estar adentro las velas pueden no solo ir a la mesa, también se pueden colocar pequeños cuencos con velas en distintos muebles para que no haya necesidad de utilizar electricidad. Si, en cambio, apostamos por los exteriores, nada como poner velas flotantes en la piscina o espejo de agua y también armar caminos con faroles colocados en el piso.

En estos encuentros, no conviene utilizar velas aromatizadas pues pueden competir con el aroma natural de la comida.

Encuentro con amigos

Si vas a recibir a tus mejores amigos en tu casa nada como preparar los ambientes para que la bienvenida sea total. Si van a ser solo mujeres, pueden elegir aromas como los de la rosa o la verbena, bien florales. Si la velada incluye varones, pueden apostar por la vainilla o la lavanda que siempre son receptivas.

A la hora del café, incluir una vela con aroma a vainilla ayuda a tener ganas de disfrutar de los petit four dulces.

Trasnoche de trabajo

Para trabajar la luz de las velas es especial, pues te permite concentrarte en tu objeto de estudio o producción sin que nada te distraiga. Para esos momentos, las velas con aroma a rosa ayuda a bajar la ansiedad. Por su parte, las velas con aroma a limón limpian el cansancio y la vainilla te permite bajar la ansiedad.

Por Leila B. L´Anet, a cargo del área creativa de Luxury Scents (www.luxuryscents.com.ar)