Cuidados de la piel durante el verano

Cuidados de la piel durante el verano

Comenzó la temporada de calor, la temperatura elevada afecta la salud y el sol nuestra piel, por eso debemos extremar los cuidados.

La Dra. Irene Bermejo, MN 60438, médica dermatóloga miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) y directora de la Clínica que lleva su nombre, aconseja sobre los cuidados a tener en cuenta.

La clave: la hidratación

“El sol va a resecar mucho más si nos exponemos indebidamente, es decir: sin protector solar, en excesiva cantidad de tiempo u en un horario no recomendado (el horario aconsejado es de 8 a 11 y de 16 a 18). Al momento de hidratar lo que importa es el vehículo (crema, gel, spray) del protector solar. Por ejemplo, si se trata de protectores en crema, hay algunos que actúan como hidratantes y reparadores, es decir, al aplicar el protector, también hidratamos”.

“Siempre y para todas las pieles recomiendo la higiene y la humectación dos veces por día. Al exponernos, tenemos que usar antioxidantes, Vitaminas E, A, C, solas, en geles, en las cremas humectantes y/o en los protectores. Estos componentes actúan inhibiendo los radicales libres, responsables del envejecimiento”.

Hay que tener en cuenta que, aún aplicando el protector, el sol provoca una acción de exfoliación, y se pierden agua y células. “Después de la exposición, se necesita hidratar. El tipo de crema va a depender de cada piel. Si la piel es añosa y gruesa, va a requerir de un vehículo denso, además de los principios activos correspondientes. Los factores de crecimiento u oligoelementos van a enriquecer la humectación favoreciendo el recambio celular”, explica la Dra. Bermejo.

“En cambio si la piel es joven, con una crema hidratante ligera alcanza. Si la piel es grasa – a pesar de la grasitud – sigue estando deshidratada. Lo recomendable es un gel o loción, que son los vehículos más adecuados en estos casos”, agrega.

En el caso de quienes tengan piel muy blanca, la Dra. aconseja “usar una buena protección en crema, no en geles ni spray. La crema debe ser bien aplicada, en cantidad generosa, bien friccionada y repetir la aplicación cada dos horas, sin excepción. Por el contrario de lo que se piensa, cuanto más se protejan las personas de piel muy blanca, más podrán disfrutar del aire libre y el tiempo ocioso”.

Al momento de los cuidados, hay que tener en cuenta que las zonas “más sensibles” y que pueden resultar más dañadas son los parpados, ya que su piel es sumamente delgada. Tampoco se debe olvidar el cuello y el pecho, que envejecen con mucha facilidad por sucesivas quemaduras desafortunadas, y los empeines de los pies.

¿Hay que cambiar de cremas durante el verano?

La Dra. Bermejo afirma que “la calidad de las cremas no necesita cambiar porque llegó el verano, pero sí hay que cambiar las texturas, ya que la transpiración hace más difícil su uso”.

Los activos recomendados son Urea, Ácido Hialurónico, ya que ayudan a retener mucha agua en epidermis. También se aconseja Ácido Láctico, Coenzima Q10 y Glicerina, que ayudan a retener la humedad. “Las cremas deben ser aplicadas al menos dos veces por día, mañana y noche, generosamente y masajeando bien para hidratar la capa córnea y para que el principio activo penetre”, aconseja la dermatóloga.

”No debemos olvidar que sobre este tipo de humectaciones, el protector solar incrementa la densidad de las cremas puestas durante el día. Las bases de esos protectores también deben ser elegidos para la comodidad de personas, teniendo que repetir la aplicación cada tres horas”, aclara Bermejo.

¿Qué hacer después de las vacaciones?

A pesar de la piel haya sido bien cuidada en el verano, ésta va a presentar resecamiento, células que se descaman. “Para la recuperación de la piel, se recomiendan peelings, ácidos, hidratación y volver a los cuidados de invierno, donde se da un proceso de recambio de células al mismo tiempo que se mantiene la piel hidratada. Para esto, el uso de ácidos ayudará a mantener la piel renovada. Por supuesto, la hidratación va a depender del tipo de piel. Las vitaminas A, C y D actúan como protectores naturales ante la acción oxidante y el fotodaño.

Al mismo tiempo también nos protegen de la liberación de radicales libres. Para las pieles que se hayan dañado más, la Luz Pulsada y los láseres la dejarán como nueva”, aconseja la Dra. Bermejo.

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