Darle nueva vida a los muebles

Desde hace más de 10 años es el alma matter de Aires de Bohemia (ya Aires, para los amigos), allí desarrolló su especialidad: reciclar muebles y objetos. Ese es el gran talento de Virginia Escribano, que ahora suma uno nuevo: escribir. Es que su creatividad y su estética se plasmaron en “Muebles recuperados”, su primer libro, editado por Albatros.

-¿Cómo surgió la idea de hacer el libro?
-Es una idea que surgió hace muchos años. Un día, viendo un libro de cocina, entendí que había una nueva manera de contar las recetas, que empezaban a contarte otras cosas además de los ingredientes y la preparación, también te decían lo que acompañaba al momento de cocinar. Entonces pensé: qué lindo sería hacer un libro de reciclado de muebles que trascienda la técnica en sí. Hasta ahí había visto todos libros que se basaban en los muebles antiguos y marrones, que se limitaban a las técnicas más tradicionales. Además, lo que había no era nacional e incluían en sus consejos productos que acá no se conseguían. Entonces uní lo que había visto y las ganas de llevar ese concepto de los libros de cocina a mi rubro.
Ese fue el disparador, pero pasó mucho tiempo.

-¿Qué se dio para poder empezarlo?
-Simplemente lo empecé a producir y a armar, sin tener editorial. Fuimos haciendo las fotos de los pasos, algo que no es sencillo, porque quería hacer las fotos sobre el mueble. Durante el proceso pensaba: si no es impreso, será digital. Pero no abandoné la idea inicial, la trabajé conceptualmente y se sumó Erica Rojas, fotógrafa especialista en food y life style. Ella me permitió hacer un trabajo en conjunto. Y quien me acompañó durante todo el proceso, haciendo los paso a paso, la planificación, en cada momento, fue Lucía List.

-¿El resultado superó tus expectativas?
-Por suerte sí, siento que se pudo llegar a algo que no hay, o que yo no pude encontrar en el mercado cuando empecé mi proyecto. Hubo que construir todo. En general los libros de muebles son muy técnicos, sin tanta estética, y no te dan ganas de mirar. La idea de este libro es que te inspire a hacer, porque te atrapa para verlo, y así te das cuenta que no es tan complicado.

-¿Cuánto tiempo llevó el proceso?
-Casi dos años, con idas con vueltas, con baches en el medio. Por suerte, todo el tiempo disfruté hacerlo. Y, además, las personas que me ayudaron fueron apareciendo en el momento justo. Fue una gran cadena de favores.
-¿Qué aprendiste escribiendo este libro?
-Descubrí un nuevo camino en mi carrera profesional, hay un rol que todavía no tiene nombre y quisiera poder desarrollarlo dentro de mi rubro. Haciendo estilismo siento que hay mucho camino por recorrer y explorar. Me reciclé yo misma, reciclé desde dónde yo quiero contar mi trabajo. Descubrí una nueva faceta que tiene que ver con el cómo mostrar las técnicas, una manera atractiva pero a la vez útil, un nuevo rol dentro de mi campo laboral: la dirección de arte y el estilismo.

-¿Cómo sos como lectora?
-Diría que mala, me cuesta hacerme el tiempo. Estoy influenciada por la velocidad de Internet. Además, tengo hijos chicos. Por eso intenté ser concisa en los textos y que las fotos y las imágenes contaran todo. Ellas son las protagonistas y las palabras apoyan.

-¿Cómo es tu biblioteca?
-En casa ocupa un lugar importante, es una pared grande, es bastante central. En mi estudio también tengo bastantes libros de diseño, que están por todos lados, son parte de la decoración. Ellos me ayudan a armar rincones, los voy cambiando de lugar, los muevo todo el tiempo.

-¿Qué tip le darías a los potenciales lectores de tu libro?
-Creo que es un libro que primero lo mirás y después lo lees. No le diría a una persona: “léelo”, más bien le diría: “míralo, y cuando lo mires te van a dar ganas de leerlo”. La idea es poder despertar las ganas de hacer y sobre todo quitar miedos. Siempre digo que no hay que perder el impulso, no hay que dejar pasar ese momento sagrado en que te dan ganas de hacer algo, si lo dejas pasar quizá tarde en volver. Hay que hacerlo y potenciarlo. Este libro es un generador de ese impulso, el impulso por hacer.

-¿Quién no tiene experiencia también puede aprovecharlo?
-¡Claro! Dos cosas me puse como objetivo con el libro. El primero es que contenga muebles de todo tipo para reciclar, que encuentres uno que se parece a uno que tengas en tu casa (por su forma, su función). No incluimos sólo muebles antiguos, porque no todos tenemos de esos, ni tampoco todos los muebles son lindos, pero pueden adaptarse y ser lindos o pasar desapercibidos y volverse funcionales. El segundo objetivo es que sean técnicas simples, y en esa simpleza está el cambio, son intervenciones muy sencillas que producen grandes cambios.