La Lasaña es una pasta de igual composición que los fideos, pero cortada en láminas anchas que, una vez cocidas, se apilan en capas separadas por salsa bechamel y salsa de tomate, aceptando según la región rellenos adicionales, siendo los más difundidos el de carne a la boloñesa, ricota y espinacas y de jamón y mozzarella.
En armonía con el resto del universo culinario, el origen de la Lasagna no está exento de polémica.
Los historiadores ubican su cuna en la Roma imperial, arguyendo que al notable Cicerón le encantaba el Legum, algún tipo de masa larga. Más cerca de nuestro tiempo los italianos, cultores apasionados de la pasta, se adjudican su creación, mientras los Ingleses, por otro lado, reclaman el mérito para sí mismos, argumentando que la Loseyn que tanto disfrutaba Ricardo II allá por la tercera década del siglo XII, y que consistía en capas de pasta y queso, es la noble y ancestral inspiración de la Lasaña moderna. Lo cierto es que esta magnífica comida, tal como lo conocemos, no sería la misma sin el tomate, aporte americano. En filo, siempre atentos a la sabiduría de la tradición, la incorporan a su carta otoñal.
Lasaña de carne y jamón cocido
Tiempo de cocción: 45 minutos
Cantidad de porciones: 4
Nivel del complejidad: alto
Ingredientes:
Masa:
Relleno:
300 gr de harina
3 huevos
500 gr de carne picada
200 gr de jamón cocido
200 gr de parmesano
600 gr de salsa de tomate
Aceite de oliva
1 cebolla
Sal pimienta
Un vaso de vino blanco
Bechamel:
500 cc de leche entera
50 gr de manteca
50 gr de harina
Nuez moscada
Procedimiento:
Amasar la harina con los huevos, formar un bollo con la masa, envolver en film y dejarla descansar por lo menos 30 minutos.
Mientras, en una sartén rehogar en cuatro cucharadas de aceite de oliva la cebolla finamente picada, añadir la carne y el jamón cocido picado y cocinar hasta que la carne cambie de color. Añadir el vino, dejar evaporar, añadir la salsa de tomate y dejar cocinar por 30 minutos.
En una olla derretir la manteca, añadir la leche y, cuando levante temperatura, añadir gradualmente la harina cuidando de no formar grumos. Cocinar a fuego bajo hasta llegar a la consistencia deseada.
Estirar la masa con un palo de amasar, cortar tiras de 10 cm de ancho y tan largas como el recipiente donde se armará.
Cocinar las tiras de pasta en abundante agua salada, escurrir, enfriar, y reservar. Armar en el molde para el horno alternando capas de masa, relleno y parmesano, hasta alcanzar los 6 cm de espesor. Cubrir con la salsa bechamel, parmesano y una pizca de nuez moscada. Gratinar 10 minutos a 120°.